Yunguillo: Resistencia Inga y Expansión Territorial


El resguardo Yunguillo, situado en el norte de Mocoa, Putumayo, alberga a la comunidad Inga, descendiente de una rama de los mitimaes incaicos. Su reconocimiento formal como resguardo llegó en 1953, abarcando inicialmente 4.320 hectáreas. Sin embargo, la historia de Yunguillo está marcada por una persistente lucha de tres décadas para ampliar sus límites territoriales ancestrales. Este esfuerzo, que evolucionó desde acuerdos verbales hasta complejos trámites burocráticos, culminó en 2015 con una significativa expansión a 26.716 hectáreas, un logro que reafirmó sus derechos sobre la tierra que consideran propia.

La vida en el resguardo Yunguillo se organiza en torno a cabildos como Yunguillo (cabildo mayor), Osococha, Tangarido y San Carlos. La subsistencia de la comunidad se basa en la agricultura, cultivando productos como plátano, banano, yuca, chontaduro y una variedad de frutas. La transmisión de su rica cosmovisión ancestral y la vitalidad de su lengua materna son pilares fundamentales de su identidad cultural. Tradicionalmente, sus viviendas se construían con materiales naturales del entorno, como las hojas de yaripa, la resistente chonta y la versátil guadua, reflejando una profunda conexión con su territorio.

En el pasado, la cohesión comunitaria en Yunguillo se manifestaba en la práctica de las mingas, trabajos colectivos que fortalecían los lazos sociales. Sin embargo, la llegada de influencias externas, como las misiones católicas y la expansión de la colonización, introdujeron cambios en sus costumbres, incluyendo la adopción de la ganadería. A pesar de estas transformaciones, la comunidad ha demostrado una notable resiliencia, trabajando activamente en la recuperación de prácticas ancestrales como el cultivo del algodón y las técnicas de tejido, buscando así preservar su legado cultural para las futuras generaciones.

Hoy en día, la comunidad de Yunguillo continúa su labor de salvaguardar su cultura y su extenso territorio, esforzándose por transmitir sus valiosas tradiciones a los jóvenes. No obstante, enfrentan el desafío de la posible erosión de la identidad cultural entre las nuevas generaciones, un reto común en muchos pueblos indígenas. La historia del resguardo Yunguillo es, en esencia, una historia de resistencia, adaptación y un firme compromiso con la preservación de su herencia ancestral en el corazón del Putumayo.

ESP